Sunday, November 05, 2006

Leer o no leer (opciones de lectura)

Este artículo mío fue publicado en el Número 2 de la revista Singüeso de mayo del 2006.

Hace alrededor de un mes mantuve una discusión con una compañera de facultad, acerca de las apropiaciones de la cultura que hacen algunos sectores socioculturales. Mi objetivo primordial con la mencionada veinteañera era charlar de estos temas, pero en la cama. Como esto, lamentablemente no se dio, rescaté un buen debate. Ella sostenía que era preferible que los lectores no habituados a la lectura aunque sea accedan a literatura de escaso vuelo o de baja calidad, por ejemplo, los best- sellers. Mi posición inclina la balanza para el lado opuesto: antes de consumir productos culturales de baja calidad, es preferible que no lean nada.

Cuando me refiero a literatura de baja calidad me refiero a los best sellers, a aquellos libros, que en forma de ensayo o de novela, tienen como único objetivo el de vender. Resta aclarar, que hay autores muy vendidos que no son de escaso vuelo literario, pero estos son los menos. Tal es el caso de Gabriel García Márquez, que no lo ubicaría entre los escritores bajos. Lamentablemente, abundan entre los primeros puestos de venta de libros, textos escritos por Paulo Coelho, Jorge Bucay, Danielle Steel, Sydney Seldon, entre otros. Este grupo es el de los escritores vendedores, los productores de best-sellers (trad: mejores vendedores) y lo ubico en un sector de cultura baja, de poca monta. Porque no se puede relativizar en este sentido, en algún punto tiene que nacer el conflicto, hay productos culturales buenos y hay otros malos. Y esto no tiene nada que ver con cuán masivo es su consumo. Tiene que ver con los fines artísticos del autor, cuando los fines comerciales superan a los propósitos de búsqueda artística, ahí el producto cultural se convierte en bajo, de baja calidad.

La cuestión es la siguiente: estas lecturas ultra-vendedoras y de fácil acceso son las que más fácil llegan a los lectores no habituados a la lectura. Aquellas personas que no saben distinguir entre qué es lo bueno y qué es lo malo. Estos consumidores quizás sean los menos prejuiciosos, cualquier lector cultivado jamás agarraría un libro de Coelho, pero el problema está en si es positivo que el que lee poco, lea algo, así sea literatura barata[1], o que no lea nada. ¿Qué es mejor: que el que lee sólo el Diario deportivo Olé lea también a Bucay, o que se quede únicamente con el matutino de deportes? Mi postura gira en una dirección: es preferible que se quede con sus lecturas de diarios. Es preferible no imbuirse en el habitus de una lectura estereotipada y llena de clichés, o en los consejos de escritores que se asemejan a pastores evangélicos que adoctrinan con sus libros (tales son los casos de Bucay o Coelho). Cuando se analiza cómo lee una sociedad particular en determinada época, se puede dilucidar cómo una sociedad piensa, cuáles son las cosmovisiones de un pueblo. Y si estas formas de pensar son influenciadas por realidades construidas por escritores que sólo buscan en el lector a un cliente, estamos en el mal camino.

De ninguna manera mi planteo es de tinte conservador, nada de eso. Al contrario, mi postura aboga por un acceso menos contaminado por la basura literaria. Sería conveniente para el desarrollo de imaginaciones en danza, que los lectores no habituados, accedan a Albert Camus, Roberto Arlt, Howard Lovecraft, Andrés Rivera, Ray Bradbury, Jean Paul Sartre, entre tantos otros. Que no sean seducidos por las letras doradas de libracos infernales o por las publicidades que decoran los subterráneos con El Zahir de Paulo Coelho. El debate queda abierto y no descarto que mi postura se esfume o tome nuevos rumbos con el paso del tiempo. Sin embargo, espero que esto no suceda, si esto pasa quiere decir que la vejez y la condescendencia se han apoderado de mi ideología.



[1] Con la denominación literatura barata me refiero a los productos culturales de bajo nivel artístico. No apunto al valor monetario del libro impreso, ya que las obras de los clásicos y de algunos escritores sobresalientes se pueden comprar en cualquier librería por $6.

6 Comments:

Blogger fedesaintest said...

antes de leer un libro prefiero escuchar un disco o mirar una imagen

10:47 AM

 
Anonymous Anonymous said...

para mi cada uno tiene que leer lo que le guste. no importa que sea. si estaria bueno que leyeran de todo un poco y asi poder elegir pero que se yo... yo no leo porque me traumo, es como el cine. son momentos. jajaj (mentira)
basta. soy muy poco seria.pierdo credibilidad.

4:56 PM

 
Anonymous Anonymous said...

y a quien le importa eso,si al final no te la llevaste al catre.
para que leerte a vos si tus aspiraciones son esas.

9:57 AM

 
Anonymous Anonymous said...

mmmmmm no se
veo el leer como algo parecido a la meditacionm,por lo cual estoy de acuerdo con la veinteañera ya sea un diario de deportes,el codigo da vinci o una receta de royal.dice un amigo todo muy lindo la computadora, la television pero donde queda la imaginacion rulosabio si le prohibis a la gente irse un rato con libros comerciales solo por que a vos te parecen malos.

12:06 AM

 
Anonymous Anonymous said...

Quien dijo que las personas buscan acceder a una "obra artistica" (en terminos de una supuesta intencionalidad del autor) o analizar una obra literaria en terminos de su (tambien supuesto) valor artistico? Las personas que leen best-sellers los leen porque les gusta, porque es una manera de distraerse, entretenserse, pasar el tiempo, lo que sea... Porque, cuando se habla de literatura, se supone que tiene que haber una busqueda que excede lo estetico o la mera diversion? Parece ser que esta permitido ir al cine a ver la pelicula mas balan del momento o escuchar/bailar el tema pop/rock mas insignificante, pero cuando se trata de literatura los estandares cambian. Al final de cuentas cualquiera sea el caso (cine, literatura, musica) la gente lee, ve y escucha lo que mas le gusta. Alta, baja, o cultura al medio... a quien le importa?

12:05 PM

 
Blogger ajsoifer said...

Lo paradójico de la postura que sostenés es que grandes escritores escribieron sólo por el dinero.
Ejemplos? Dostoievski escribía porque era su forma de ganarse la vida. Le pagaban por página escrita y eso lo ayudaba a pagar sus deudas contraídas en el juego.
H.P. Lovecraft? Alguna vez lo viste en los cánones de la literatura universal? Borges decía que era una copia degradada de Poe.
William Faulkner, uno de los mayores prosistas del siglo XX y premio Nóbel, escribía por el dinero también.
Los géneros bajos, como el policial negro, nacieron por el dinero y te puedo asegurar que disfruo muchísimo más con la melancolía de Philip Marlowe que con la lectura de Rabelais.
La literatura es un concepto burgués y surge con ella. Entonces, ¿Cómo hacés para separar lo que fue escrito con sentido comercial de lo que fue escrito con inclinación poética?
La noción de la literatura como un arte elevado surge con el Romanticismo. No creo que se pueda seguir pensando de la misma forma. En todo caso, el escritor es uno de los pocos productores que puede sustraerse de la plusvalía. El escritor es casi un artesano cuando no entra en los circuitos de comercialización editoriales.
Respecto lo que lee o deja de leer la gente, problema de la gente ¿no?

9:08 AM

 

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