La canonización de Raúl Alfonsín
La última semana de marzo, fue la semana Alfonsín: varios canales abiertos y todos los diarios reflejaron la muerte del primer presidente constitucional post última dictadura militar. No era para menos, Alfonsín fue eso, el primero en democracia ochentista y era uno de los sobrevivientes de la Historia y, además, el hombre más fuerte del putrefacto y languideciente radicalismo.
Si bien, quizás la presidencia de Raúl Alfonsín fue una de las menos sospechadas de corrupción, se produjo un olvido histórico, en la seudo canonización que se hizo del personaje, no de la persona, en toda la repercusión mediática y de gente agolpada para saludar al "padre de la democracia". Salvo contadas excepciones, no se mostró el Pacto de Olivos, la continuidad en las políticas de corte neoliberal y la salida anticipada del gobierno. En todos los informes (excepto la del adolescéntulo CQC) se subrayó la "honestidad", "decencia" e "institucionalidad" de Alfonsín. Se deben haber olvidado del patético "fight" ante un emisario del FMI. Sin embargo, no es la primera vez que se dan estos casos de notoria amnesia colectiva...
Alfonsín, ya desde la previa a su gobierno, era la contracara de un Herminio Iglesias que quemaba un cajón con las siglas de la UCR. En eso ganó, Alfonsín, y eso vio una gran masa de doloridos compatriotas. Una contracara, una decencia, una mesura, frente al patoterismo, frente a lo peor del fallecido peronismo. Y al también fallecido radicalismo, también le vino bien la muerte pero sobre todo el encendido recuerdo hacia el hombre de Chascomús.
Que quede claro: es un acontecimiento de real importancia histórica (en mi caso, es el presidente con el cual nací y el primero que veo morirse) pero el rating, la UCR y el desmemoriado recuerdo empañaron y utilizaron la magnitud de lo acaecido.
4 Comments:
Reciba usted todo mi apoyo incondicional para su gran obra de bien.
Intercambiemos seguimientos, es decir, ambos nos haremos seguidores del otro. Y comenzaré yo, dando el ejemplo.
Lo saludo con devoción, afecto y subordinación.
Tte. Gral. Mecko.
9:30 AM
Mi querido amigo:
me alegro que hayas vuelto y más filoso y controvertido que nunca
siempre se quiere más a alguien después que murió, y es verdad que se olvidan muchas cosas, otras se perdonan, otras se comprenden...
también es cierto que, post dictuadura, alfosín fue lo mejorcito que tuvimos, después se fue todo a la mierda
pero, también es verdad que hizo muchas cosas buenas, como luchar porque siga la democracia, por los derechos humanos, y que no le fue nada fácil para gobernar con los militares aún revoloteando por ahí
ni santo ni demonio, sólo pienso que hay que ponerse en sus pantalones
saludos
espero que ahora que volvés al blog pasés más seguido por el mío, y me dejes comentarios que vayan más allá de una mera publicidad del tuyo :)
8:54 AM
No es de extrañar este fenomeno, si la sociedad esta (si, lo esta) "tinellizada". y quien no pase por Gran Cuñado no tiene existencia en la arena politica. todo esto lo debemos a los grandes grupos que concentran los medios de comunicacion y los utilizan en funcion de sus intereses politicos y por ende economicos. Apoyemos la nueva ley de medios.
12:38 PM
No es de extrañar este fenomeno, si la sociedad esta (si, lo esta) "tinellizada". y quien no pase por Gran Cuñado no tiene existencia en la arena politica. todo esto lo debemos a los grandes grupos que concentran los medios de comunicacion y los utilizan en funcion de sus intereses politicos y por ende economicos. Apoyemos la nueva ley de medios.
12:41 PM
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