Thursday, January 18, 2007

18 pelotudos


En el 2001 apareció la primera versión argentina del holandés Gran Hermano (GH). En ese momento fue una gran novedad, tuvo mucho rating y gran repercusión en los medios masivos de comunicación. En ese entonces yo tenía 17 años y lo veía con la curiosidad típica de algo totalmente novedoso y con la fruición tal de un voyeur. Supongo que a mucha parte del público le habrá pasado lo mismo. Ahora tengo 22 y y he leído teorías sobre comunicación, Escuela de Frankfurt, marxismo y varios etcéteras. El nuevo ciclo, la versión 2007, no presenta tanta novedad ni tanta atención por parte de paneles de expertos, al menos por ahora. Ya la mayoría cayó en la cuenta que el formato es una gran casting barato y público de seudo famosos y jóvenes mediáticos.
Llegué de vacaciones el martes y traté de ponerme en órbita y ver algo de GH. Conducido por Jorge Rial, que no mantiene un hilo coherente en la conducción aunque yo esperaba una gran labor de un tipo que se alimenta de esta basura televisiva, presenta a 18 jóvenes que quieren ser famosos sea como sea. Dieciocho pelotudos que darían cualquier cosa por los warholianos 15 minutos de fama. No puedo obviar la extrema subjetividad que tiñe este artículo al ver a esos seres tirados en un sillón, abrazándose como si fuesen amigos de toda la vida, presos del consumo, imitadores de los gestos televisivos de programas conocidos, prodigándose falsa amistad (ese vicio de estas épocas en que todos nos amamos, total no hay conflicto por nada, las amistades nuevas y laxas). Lo más deplorable es que no son sólo esos participantes los sincerebro, sino que hay miles de personas que quedaron afuera, tan ansiosos por entrar y ser conocidos y ventilar sus deseos, inseguridades y secretos a millones de televidentes.
Es el paradigma del exhibicionismo posmoderno, junto con otros fenómenos-soportes como el fotolog, pero que colaboran a mostrar todo, a que todos podamos ver eso y bien mediatizado, tanto como lo es el fútbol, sin contacto, desde afuera y con el poder del que espía por la cerradura.
Lo peor no es el programa en sí, parte de una paupérrima televisión (ver Por una nueva televisión en este mismo blog) sino esas miles de personas que participan y que no pudieron participar. Esa gente vota, cria hijos, es tan ciudadano como yo y como vos y ocupa un lugar en la sociedad que al menos yo no quiero. Una franja de personas que no le importa nada de nada, que adoran la tv y a todos sus vicios y que son constantemente reproducidos como modelo de humano (he aquí lo gravísimo del tema) en cualquier serie, programa o publicidad que circula en la caja boba. Los consumistas, los demagogos, los argentinidad al palo, los que se quejan y no hacen nada. Todos esos.

4 Comments:

Anonymous Anonymous said...

18 pelotudos, tal cual.
yo del primer gran h. vi solo partes, creo que no lo vi completo. a rial lo detesto y a soledad silveira tb asi que... no da.
solo tengo una foto recortada de gustavo conte o algo asi ( del primer GH) en mis paquetes de cigarrillos. me la regalaron...

4:24 PM

 
Anonymous Anonymous said...

a mi me gusta gran hermano
(perdon "sobredosis de cola" tenia que comentar algo...)

4:29 PM

 
Blogger Diego said...

Lo que seguro pasó en estos 5 años y pico fue que vos entraste en una institución que te cambió la mirada. No digo que la que tenías antes era buena y la de ahora mala. No se trata de eso. Sino de que veas en que casa de Gran Hermano te has metido y a partir de ahí, verte a vos mismo y ver el programa. En definitiva, dale una vuelta de tuerca a todo.

Saludos

8:20 AM

 
Blogger ajsoifer said...

Cada vez que sale este programa al aire se repiten las críticas que, en definitiva, son todas iguales.
No digo que no sean verídicas o basadas en razón, pero si reciclamos las críticas que se le hizo al programa en 2001 veremos que son exactamente las mismas que las que se le hacen a esta edición.
Por otra parte esta gente vota, es cierto y me parece genial que así sea.
Desde cuando la pelotudez es una traba para que podamos ejercer el derecho al sufragio.
Creo que eso se inserta en una discusión más profunda respecto de los sistemas políticos.
Deduzco de tu apreciación cierto aristocratismo (y no lo digo en sentido peyorativo ni nada por el estilo).
En todo caso cabría preguntarse qué rol podrían cumplir estos exponentes sociales en un proceso revolucionario que sería la otra opción.
Definitivamente, me parece que se le da más importancia de lo que tiene. Han habido peores programas de TV.

10:11 AM

 

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