Saturday, August 11, 2007

El blog sobre el blog (parte I)

Información fragmentada y abierta a los sectores sociales que acceden a internet[1], páginas complementarias a las grandes empresas de comunicación (algunos diarios importantes tienen su blog o el ejemplo de Clarín que remodeló su sitio virtual y lo llevó a un formato similar al blog), masturbación mental y exhibicionista de millones de personas (las bitácoras virtuales que funcionan como diarios íntimos) lugares de refugio intelectual y profesional de periodistas que quieren exponer sus notas excluidas de los medios de comunicación en los cuales trabajan, entre otros usos de los difundidos blogs.

Google es el dueño real de este blog, de La cripta del rulo[2]. Y de todos los blogspot. La empresa paradigma del “infocomunicacionalismo” funciona como un gran embudo en el cual son depositados los consumos culturales (sobre todo CONSUMOS) de millones de seres humanos y también una impresionante bolsa de información y conocimientos, que Google se encarga de administrar e inteligentemente distribuir. Es como si las expectativas, saberes y prácticas de varias personas circularan por una misma ruta, una ruta que brinda la ilusión que se abre a varias otras rutas pero que en definitiva sirve en sus intereses reales a una gran autopista, en la cual se paga un caro peaje. Y ese peaje no es solamente caro en términos económicos.

El blog puede funcionar como una pequeña mácula en el entramado económico y político, social y cultural hegemónico. Este último regala una especie de chupetines para que millones de personas se entretengan, que chupen un poco de dulce mientras sus padres (Google, Microsoft, entre pocos otros) son de sabor agrio. No hay que perder de vista que los blogs pueden servir para agrietar ciertas estructuras y de a poco socavarlas y luego demolerlas. Pero son sólo pequeñas contribuciones al derrumbe.

En tiempos en que el “edificio social se derrumba”[3] hay que agotar todas las opciones para desmantelar todo lo que oprime y lo que significa un costo SOCIAL muy alto. Sin embargo, no hay que sobredimensionar lo que el mismo entramado anteriormente citado nos propone como panacea.






[1] El término “internet” debe ser escrito en minúscula, no en mayúscula como lo asigna automáticamente el procesador de textos de Microsoft.
[2] Evidentemente, el nombre de este blog remite a algo restringido. Porque ¿Quiénes leen los blogs?: los que pueden leerlos en relación a su capital simbólico y económico y sobre todo, quienes tienen “acceso” a este soporte.
[3] Aguante Roberto Arlt.